Afectados se quejan por el precio de fleteros y motocarros.

Una importante cantidad de damnificados por la crecida del río Paraguay cerraron la Avenida Artigas y Venezuela, cansados de las inundaciones.

«Estamos acá exigiendo una solución definitiva para las inundaciones, pedimos una defensa costera con bombeo a lo largo de la avenida costanera norte para evitar el efecto palangana que sufren los lugareños», expresó Raquel Ruiz, en representación de unas 1.200 familias afectadas.

Desde las 05:00 de la mañana Florencio Duarte ya está en su canoa, listo para transportar a los pasajeros que desean ir a sus casas inundadas para rescatar algunas pertenencias. Pero en los últimos días notó un cambio. El fin de semana mucha gente que no es de la zona fue al Bañado Sur de Asunción para darse un “paseo turístico” y ver la situación que están padeciendo los damnificados.

“Primero me asusté cuando me dijeron que solo querían dar un paseo, porque era raro, pero luego pensé y, como hendy, les cobré G. 10 mil el viaje. El domingo ya vino más gente, algunos con la familia completa y subimos el precio a G. 20 mil porque, como no hay trabajo y tenemos que llevar plata a nuestras casas, con esto hacemos una platita extra”, contó don Florencio a medida que iba remando.

Al igual que él, los demás pescadores se dedican a trasladar diariamente a los afectados que quieren poner en tierra firme sus pertenencias. El costo por cada viaje es de G. 50.000.

Abrazado a su caramelero y con los pies sujetando algunas cajas, doña María Cristina Adorno viajaba en la canoa, tratando de salvar sus cosas de la crecida del río Paraguay.

“Yo no me estaba apurando porque el agua no me alcanzaba todavía y preferí que se le ayude a los que estaban más en el fondo, pero hoy (por ayer) ya no podían ni ingresar los vehículos y en canoa tuve que salir”, relató la señora, que fue a parar a un refugio.

Los pobladores contaron que muchas personas se aprovechan de la situación y cobran muy caro por los fletes en agua. “Nosotros pagamos a los canoeros G. 50 mil, al llegar a la costa alzamos nuestras cosas en motocarros, que cobran G. 30.000, y los camiones desde G. 100.000. Algunos piden G. 300.000 y eso ya es muy caro”, manifestó María.

Burros

Pablo Olmedo pudo rescatar a sus tres burros que son sus compañeros de trabajo en la olería. El afectado explicó que primero tuvo que buscar un lugar para todos los objetos de su vivienda y luego ir por sus animales para ponerlos a salvo y así seguir trabajando. // EXTRA