Estela Valdés, columnista invitada
Por Estela Valdés

Sócrates hablo del triple filtro por el que deben pasar las informaciones que recibimos y queremos trasmitir a los demás, normalmente no lo hacemos, nos supera el afán de contar lo que escuchamos, principalmente cuando se trata de un “chisme”, (aclarando que no somos chismosos), acabamos repitiendo lo oído.

 

 

 

En ningún momento nos detenemos a pensar, en primer lugar si es verdad lo que vamos a decir, y menos en la medida que va a afectar a las personas que van a recibir la información y menos a las que nos referimos.

 

 

Demasiaaado queremos contar, es como un vicio, no podemos controlar, se siente esa cosquillita en el estomago y zaz! Ya soltamos y luego no nos hacemos cargo de nada porque alguien más nos dijo, por lo tanto el responsable es otro.

 

 

El otro día, me vi en una situación similar, es decir manejaba una información acerca de una persona a la que aprecio y que es también allegada a una muy querida amiga. Cuando supe que coincidiríamos las tres en un evento, mi primer impulso fue llamar a mi amiga y contarle lo que me habían dicho de la otra.

 

 

Fue cuando pense en lo que había dicho Sócrates a una persona que quería contarle algo que le dijeron de uno de sus discípulos:

 

 

El primer filtro es la verdad: Estas absolutamente seguro que es cierto lo que vas a decir? No, dijo el hombre, realmente solo lo escuche… Está bien dijo Sócrates, entonces no sabes si es cierto o no.

 

 

El segundo filtro es la bondad: Es algo bueno lo que vas a contarme de mi amigo?, No, todo lo contrario dijo el otro. Entonces quieres decirme algo malo de mi amigo y ni siquiera sabes si es cierto replicó Sócrates.

 

 

El tercer filtro es la utilidad: Me servirá de algo lo que vas a decirme de mi amigo? No, la verdad es que no. Bien- concluyó Sócrates, s i lo que deseas decirme, no sabes si es cierto, no es bueno, e incluso no es útil, para que querría saberlo?.

 

 

Me hice estas preguntas y llegué a la conclusión que no valía la pena, pasamos un lindo momento las tres, y sentí un gran alivio por no contaminar a nadie con algo que tal vez ni siquiera es cierto.

 

Deberíamos intentar se siente bien!