El ejército sirio bombardeó nuevamente a una región rebelde cercana a Damasco para intentar apoderarse de fuentes de agua vitales. Foto: La Patilla.

El Ejército sirio volvió este miércoles a bombardear la región de Uadi Barada, una zona estratégica cercana a Damasco donde se encuentran los manantiales que abastecen de agua a la capital siria, a pesar de la tregua que está en vigor, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

 

 

 

 

 

La ONG aseguró que los bombardeos fueron realizados por helicópteros de las fuerzas gubernamentales en los pueblos de Basima, Ain Al Fiya y otros puntos de este valle.
Según la ONU, cuatro millones de residentes de Damasco y su periferia carecen de agua potable desde el pasado 22 de diciembre debido a los daños causados por ataques a las dos principales fuentes de agua apta para el consumo.
De forma paralela, se registraron enfrentamientos de diferente intensidad entre las fuerzas del régimen, que tienen apoyo de las milicias libanesas de Hizbulá, y las facciones rebeldes y el Frente de la Conquista del Levante, antigua filial siria de Al Qaeda.
Según el Observatorio, los pueblos de Uadi Barada fueron escenario de «bombardeos intensos» desde este martes, con decenas de misiles, barriles explosivos y proyectiles lanzados desde helicópteros o aviones de guerra.
La ofensiva contra Uadi Barada comenzó hace 16 días y ha continuado a pesar de la tregua que entró en vigor el pasado viernes en todo el país, pactada entre el Gobierno y los rebeldes, bajo el amparo de Rusia y Turquía.
Ayer, las ONG de Uadi Barada, el río que pasa por Damasco, solicitaron a la ONU y a todos los países influyentes de la comunidad internacional que presionen para que se proteja el manantial de Ain al Fiya «que abastece con agua potable» a la capital y alrededores.
En un comunicado, pidieron que se forme un comité bajo supervisión de la ONU que determine quiénes son los responsables de cortar el suministro de agua en la capital siria, interrumpido por una explosión en una planta de bombeo en Ain al Fiya, de la que se acusan ambos bandos.
El alto el fuego se está aplicando a todos los grupos armados rebeldes, excepto los considerados terroristas por el Gobierno de Damasco, como el yihadista Estado Islámico (EI) y el Frente de la Conquista del Levante.
Los rebeldes consideraron que los ataques a Uadi Barada y a otras regiones controladas por los opositores constituyen violaciones graves del alto el fuego por parte de Damasco y amenazaron con boicotear las negociaciones de paz previstas para final de mes en Astaná, capital de Kazajistán./UH.