Estela Valdés, columnista invitada

Por Estela Valdés: Que fácil se hace matar al indefenso, que fácil es sumarse entre tres y atacar con la intención de exterminar una raza. Es muy fácil, dejarse llevar por la codicia y los intereses personales por encima de la vida; ¿cómo serán recordados?… ¡No les interesa porque su mundo es muy pequeño, sus ambiciones son frágiles y son movidos por la cobardía!

Prefieren aceptar una imposición social criminal, a retarles a que se esterilicen y que sigan con sus vidas vacías de amor y compasión.
Ceden ante discursos sin fundamentos, sin ninguna finalidad real, más que la muerte de seres inocentes, y el aval a la promiscuidad y el desenfreno.

Es cierto, que se legalice el aborto no exige abortar a nadie que no quiera hacerlo, pero otorga una garantía moral a quien quiere matar, es cierto que miles de mujeres mueren en procedimientos clandestinos, como también es cierto que estas miles pudieron optar por no embarazarse.

Es más fácil matar a un inocente, que trabajar para cambiar el sistema social y penal. Es más fácil matar a un niño que matar a un violador. Miles de mujeres y niñas quedan embarazadas tras haber sido violadas, se mata al niño y al violador le avalan los derechos humanos.

Dos mil mujeres se embarazan por descuido, pero tienen el derecho de matar a su hijo y nunca la obligación legal de evitarlo. Es fácil tomar el camino más corto, el que te lleva a matar al indefenso, al que no tiene voz, ni VOTO.
Es la minoría, moviendo a una minoría aun mayor, pero que tiene la potestad de legislar e imponer, pero aunque les moleste seguirán siendo menos, quienes propugnan la muerte, y seguiremos siendo mas, quienes defendemos la vida.

Les reto a todos los legisladores de los países de la región, a que trabajen y legislen para lograr una sociedad justa y paritaria, a que logren superar los problemas de pobreza, salud pública y educación, a que ningún niño o niña sea explotado laboral o sexualmente.

Les reto a que hagan lo correcto y no lo fácil. Les reto a que respeten los derechos de la mujer y de la niñez desde el vientre. Les reto a que dejen de ser débiles, cobardes y genocidas!