Estela Valdés, columnista invitada

Tengo una inmensa curiosidad por saber cómo se sienten cuando están solos, mientras usan el baño o se acuestan, tanto los veinticinco senadores, como el presidente Horacio Cartes, porque cada uno de ellos sabe exactamente el grado de responsabilidad que tienen en los acontecimientos que redundaron inclusive en la muerte del joven dirigente Rodrigo Quintana.

En público, tienen una postura y un discurso previamente guionado, en el que deslindan responsabilidad de los hechos y apuntan a quien sea, como si se tratara de un juego “yo no fui, fuiste tú”.
La cosa es que deben haber momentos en los que están solos, en los que no tienen que esbozar una sonrisa aparentando estar con la conciencia tranquila, como si de verdad no tuvieran nada que ver con nada.
Qué será que piensan?, como será que se sienten?, cuando nadie los ve, y para los que tienen hijos e hijas, que les dirán, admitirán ante ellos, o a ellos también le mentirán? Sera que por instantes no temen a la justicia divina que puede llegarles a ellos, o sus seres queridos? Porque esta sí que no falla.
O será que de tanto mentir y repetir ya se convencieron que la culpa tienen todos, hasta el semáforo, menos ellos. Aunque no creo que sea así, cada movimiento en este proceso, estaba absolutamente calculado.
La postura de los medios de comunicación, la reacción ciudadana, todo estaba previsto y para cada situación una respuesta y una acción predeterminada.
Pero si quisiera saber, si en algún pequeñito instante, no han se sentir arrepentimiento o pena por el dolor de la mamá de Rodrigo o de su pequeña hija Sol, que por esas cosas de la vida, se llama como la hija mimada del presidente.
Con seguridad no quisiera él que su hija sufra por ningún motivo, como tampoco habría querido Rodrigo para su Sol, sin embargo a esta le toco a pesar de su corta edad, conocer un dolor tan grande como perder al papá y lo más fuerte en las circunstancias que se dieron.
Sera que pueden dormir tranquilos? O la conciencia les juega una mala pasada de vez en cuando, de esta no nos podemos escapar ni esconder, a donde quiera que vayamos, o por mas pintura que se derramen sobre los hechos, la verdad está ahí, adentro insistiendo y recordando lo que realmente sucedió y lo que hicieron.
Como serán sus momentos a solas con ellos mismos?, atino a suponer que no debe ser bueno es grande la carga que pusieron sobre sus hombros, no debe ser fácil, porque no se puede pagar para desalojar a la verdad, ahí esta otra cosa que con dinero no se puede obtener.